Definiciones:
Existen cuatro componentes que son fundamentales para el proceso de empoderamiento del paciente: 1) la comprensión por parte del paciente de su papel; 2) la adquisición por parte de los pacientes de conocimientos suficientes para poder relacionarse con su proveedor de atención sanitaria; 3) las habilidades del paciente; y 4) la presencia de un entorno facilitador. Sobre la base de estos cuatro componentes, el empoderamiento puede definirse como:
“Un proceso en el que los pacientes entienden su papel, reciben los conocimientos y las habilidades de su proveedor de atención sanitaria para realizar una tarea en un entorno que reconoce las diferencias comunitarias y culturales y fomenta la participación del paciente”.
En el sector sanitario, la norma ha sido que se reciban y sigan los consejos del médico, pero esto no siempre funciona. Ha habido un amplio desarrollo profesional para lograr cambios de comportamiento a través de la focalización en el paciente y el refuerzo del mensaje del médico. Para empoderar profesionalmente a las personas hay que permitirles superar su sensación de impotencia y falta de influencia, y reconocer y utilizar sus recursos. El empoderamiento permite a los pacientes representar sus intereses de forma responsable y autodeterminada, actuando con su propia autoridad. Puede ayudarles en el proceso de hacerse más fuertes y tener más confianza en el control de la propia vida. Prácticamente todas las personas son pacientes en algún momento de su vida. Mejorar la capacidad de una persona para entender y gestionar su propia salud y enfermedad, negociar con los diferentes cuadros de profesionales de la salud y navegar por la complejidad de los sistemas sanitarios es crucial para lograr mejores resultados sanitarios.
Cómo ayudar a la gente a trasladar el conocimiento al día-a-día en relación a:
El empoderamiento también consiste en respetar los derechos y la voz de los pacientes.