Tema 3 La escuela: la influencia de los docentes y del comida escolar

Los niños pasan una gran parte de su tiempo en la escuela

Puntos conflictivos:

  • Disponibilidad de fruta fresca
  • Meriendas dulces
  • Bebidas azucaradas y gaseosas
  • Máquinas expendedoras
  • Zona de juegos y duración de las clases de actividad física (duración media de solo 60 minutos)

Meriendas como fruta fresca no suelen estar disponibles en los establecimientos escolares en la mayoría de los países.

Las escuelas desfavorecidas y con bajo desempeño académico suelen tener mayor prevalencia de obesidad

Algunas intervenciones escolares en torno a la nutrición y la actividad física han demostrado aumentar el nivel de actividad física, mejorar la dieta y disminuir la obesidad. Es evidente que los programas escolares de prevención de la obesidad pueden tener un impacto positivo en los hábitos de niños y adolescentes.

  • El cuerpo necesita carbohidratos (azúcares), grasas, y sodio, pero deben ser consumidos con moderación, ya que un exceso puede conllevar a un aumento de peso y otros problemas de salud. Los niños suelen consumir en exceso azúcar, grasa y sal.
  • Es la época del primer contacto con la escuela y donde los niños tienen más opciones de alimentos a su disposición, especialmente si van a la cafetería. Las bollerías, los dulces y las patatas fritas pueden fácilmente volverse meriendas comunes.
  • Preparar el almuerzo o la merienda del niño o bien pensar la opciones de la cafetería juntos para incentivarlo a elegir las opciones más saludables es una buena manera de mantener su alimentación en la buena dirección.
  • Durante la pubertad, los adolescentes requieren una mayor cantidad de calorías. Desafortunadamente, para algunos, esas calorías adicionales provienen de la comida rápida o comida basura, que tiene poco valor nutricional.
  • Los requerimientos en calcio también se encuentran más elevados porque la mayor parte de la masa ósea se desarrolla en esta etapa.
  • El sexo también puede afectar los requerimientos de diferentes nutrientes. Por ejemplo, las adolescentes requieren más hierro que los niños para compensar las pérdidas menstruales y los varones necesitan más proteína que las niñas.
  • Algunos adolescentes toman otro camino y restringen las calorías, las grasas y los carbohidratos. La adolescencia es el tiempo en que los niños empiezan a tomar conciencia de su peso y su imagen corporal, situación que, para algunos puede derivar en desórdenes alimentarios o hábitos poco saludables.

Aunque puede ser una batalla constante lograr que su hijo tenga una alimentación saludable, es una batalla que vale la pena librar.