El estudio de los factores de riesgo para la obesidad infantil se ha centrado en el balance energético, comportamientos alimentarios, actividad física, estilo de vida sedentario, así como también la exposición a un ambiente obesogénico, por ejemplo, el ambite alimentario y las normas familiares en torno a un estilo de vida saludable.
Para prevenir o tratar eficazmente a los niños y a sus familias con problemas de peso o con mayor riesgo de obesidad, hay muchos retos psicosociales que deben tenerse muy en cuenta.
Modelo conceptual para los retos psicosociales de la infancia que predice la obesidad y la obesidad extrema en la edad adulta